lunes, 12 de septiembre de 2011

Piedras con sal.

Tras el río,
la marea nos llevará mar adentro.
Por el océano,
el horizonte volará hasta tu marchita frente.
Por la sal,
los labios sabrán a despedida.
Por el sol,
no habrá más oscuridad que la de la luna.
Sobre las ballenas,
principitos correrán en sus mundos de cristal.
Entre las calas,
marineros sin timón ni timonel.
Hasta los acantilados,
gaviotas que morirán en el mar de los ahorcados.
En el arrecife,
melancolías que buscarán salida.
Debajo de las anémonas,
muertes que anhelarán el olvido.
¿Y dentro de las caracolas?
ecos que recordarán a utopía.

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